Cuando Dios
terminó de crear los cielos y la tierra, con todo lo que en ellos hay, se
detuvo a contemplar su creación “…Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno
en gran manera…” (Génesis 1.31).
Siete veces el
Todopoderoso expresó que “todo era bueno” (Génesis 1.4,10,12,18,21,25,31) y se
tomó un descanso;… el gran dilema es la pregunta que encabeza este mensaje ¿qué
pasó con todo lo bueno?.
Es necesario reseñar
que Dios hizo a Adán señor de todas las cosas y solo le dio una condición: “…del árbol de la
ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres,
ciertamente morirás…”
(Génesis 2.17).