sábado, 24 de junio de 2017

¿Qué Dios queremos?
(Jueces 8.33-34)

 “…Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a Baal-berit. Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los había librado de todos sus enemigos en derredor;…”  

Muchas gentes, en su afán de tener un dios que los proteja de todo peligro, pero sin dejar ellos de hacer lo malo, caen en la trampa de satanás, el único ser que se alimenta y fortalece con la maldad de los seres humanos. En nuestros tiempos la manifestación más notable es a través de la santería, pues, no hay búsqueda de justicia y misericordia para con otros, sino ansias de poder a cualquier costa, haciendo daños a otros, pero sin que se revierta contra ellos a maldad, porque, entonces, ¿quién protege a los demás de lo malo que ellos hacen?...